En ocasiones, la pobreza es vista como sinónimo de subordinación y chantaje, puesto que por un lado, existen personas que viven en condiciones inhumanas, capaces de hacer cualquier cosa por subsistir y poder mitigar sus necesidades; y por el otro, hay quienes gozan de ciertos privilegios económicos, privilegios que generalmente se traducen en poder y sometimiento frente a los menos favorecidos.
Escuela de mujeres, bajo los personajes de Arnolfo, Alano y Georgina, es gráfica en la presentación de este problema; ya que siendo el primero (Arnolfo), un hombre adinerado, constantemente está incurriendo en esta práctica frente a sus dos sirvientes (Alano y Georgina), en la medida que saca provecho de sus múltiples recursos y de los escasos medios de sus trabajadores, para hacerlos actuar de la manera que a él le conviene.
Alano y Georgina, con la esperanza de mejorar su nivel de vida y suplir sus necesidades, solo les queda dejarse dominar por el poder que representa su patrón y seguir subordinados a sus complacencias por unos cuantos escudos.
jueves, 12 de noviembre de 2009
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)
